En el tiempo de descuento, el colegiado canario, Hernández Hernández, señaló penalti a favor de los celestes por agarrón de Navas sobre Douvikas, para posteriormente, y de forma inexplicable, rearbitrar la jugada con ayuda del VAR
El RC Celta ha vuelto a sufrir un nuevo escándalo arbitral, que se suma a la larga lista de errores que han perjudicado al equipo de Rafa Benítez a lo largo de la presente temporada. Todo esto, dentro de un partido en el que la afición celeste había exigido respeto, con una sonora pitada en el minuto 12 de juego, que visto el resultado final no sirvió para nada.
El partido terminó con un empate 1-1 que no dejó satisfecho a nadie, pero que tuvo un desenlace aciago para los celestes. Un cuadro vigués que durante los primeros 65 minutos había llevado el peso de las ocasiones, estaba practicando un buen fútbol y se había adelantado en el marcador gracias a un gol de Starfelt a balón parado. Sin embargo, todo cambiaría a partir de la expulsión por doble tarjeta amarilla de Renato Tapia.
Con un jugador menos sobre el verde, el Celta, obligado por la situación, cedió terreno al Sevilla. Un conjunto de Nervión que no estaba siendo capaz de intimidar a Vicente Guaita, ante el buen hacer defensivo que mostraron los vigueses. Aún así, no todo podía ser de color de rosas, y En-Nesyri aprovechó un mal despeje de Mingueza dentro del área para hacer el gol del empate.
El episodio de la Vargüenza que enfurece al Celta
Con un jugador menos desde el minuto 65, el Celta había aguantado el temporal, al menos con un empate. A pesar de ello, los de Rafa Benítez tampoco se conformaron del todo con sumar un punto y tuvieron ocasiones, pocas, para llevarse el triunfo. Pero una de ellas, cogió un protagonismo especial.
A escasos diez segundos de cumplirse el tiempo añadido, el colegiado del encuentro, Hernández Hernández, señaló un penalti de Jesús Navas sobre Douvikas. En la acción hay contacto, tanto arriba en forma de agarrón, como abajo en la zancadilla. Es verdad que se trata de una jugada muy rigurosa, donde el contacto es ligero, pero existente. Es más, el árbitro, situado a dos metros, interpretó rápidamente la jugada como merecedora de penalti y tarjeta amarilla. Sin embargo, lo que vendría a continuación dejó atónito a todo Balaídos.
Y es que Hernández Hernández y el Var se saltaron todo el protocolo del mismo, decidiendo rearbitrar una jugada completamente interpretativa, cuya decisión se había tomado en vivo y en directo. Desde la sala Vor, Prieto Iglesias, quién esta temporada ya ha tenido varias polémicas con el conjunto celeste implicado, recomendó al colegiado que revisase la acción, para que después de varios minutos viéndola decidiese anular el penalti concedido.
Ahora en Vigo se preguntan por qué en Girona no sucedió lo mismo, es decir, por qué el Var no llamó, en ese caso a Díaz de Mera a ver la acción en la pantalla. Preguntas, que una vez más, difícilmente tendrán respuesta, en las que el Celta vuelve a salir perjudicado.


