Se dice que una de las claves para una buena temporada es encontrar lo antes posible un once tipo. Muchos equipos logran sus objetivos de la temporada gracias e mantener un juego homogéneo, en el que haya una máxima confianza entre los que juegan la mayoría de los minutos y que el modelo y sus variantes estén tan mecanizados, que el equipo juegue de memoria.
Dentro de esa idea, el bloque que está obligado a dar más seguridad es el defensivo. En diferentes temporadas hay equipos que han consolidado su fútbol de tal manera, que por la repetición de los jugadores en una línea caso los hemos podido memorizar, como hacían las generaciones que vivieron el fútbol de los años cincuenta y parte de los sesenta con los onces tipo de los equipos de entonces.
La pasada temporada era habitual que las alineaciones del Arosa comenzaran con: Táboas; Santi Figueroa, Pacheco, Martín, Cotilla. El conjunto arlequinado, favorito para el ascenso, se quedó a las puertas del mismo en la penúltima eliminatoria.
Si hubiese que escoger un equipo con defensa tipo en la Tercera gallega 2023/24 nos quedaríamos con el Betanzos y su Marcos; Casariego, Da Lama, Pablo Vigo, Martín. Cierto que Noé López comenzó la Liga con Viqueira por la izquierda, que en la 14, Casariego salió de la convocatoria por sanción y que entre la 17 y la 19 fue Xusto el sustituto de Pablo Vigo como central izquierdo. Pero así suelen ir desde la jornada 7.
Viene esto al caso porque esa homogeneidad en la retaguardia de los encarnados apenas sufre cambios durante el partido. El pasado domingo, en A Estrada, Noé López hizo la cuarta modificación de la temporada en la misma, cuando en el minuto 64 Casariego abandonó el partido para dejar su puesto a Mon. 75 sustituciones en lo que va de temporada y, repetimos, solo cuatro en línea defensiva.
Tal vez sea una de las claves que expliquen que un equipo modesto haya navegado en la parte alta, y en las últimas jornadas en la media, a lo largo de la temporada.
