El Ourense CF tuvo contra las cuerdas a uno de los grandes aspirantes al ascenso, el Andorra, en un partido que se saldó con un empate a cero que sabe a poco para el conjunto gallego. La visita de Andorra al estadio de O Couto fue un duelo de alta intensidad en el que los locales aprovecharon la segunda mitad para mostrar su mejor versión, aunque sin lograr convertir sus ocasiones.
Adrián Abalo en el banquillo y Pablo López en la grada
El duelo se dirimió para el Ourense CF con Adrián Abalo en un periodo de transición entre el dimitido Rubén Dominguez y la llegada de Pablo López como nuevo míster. El de As Pontes presenció el encuentro desde la grada, donde pudo observar de cerca a los que desde este lunes estarán bajo sus órdenes.
Primera mitad de tanteo
Desde el arranque, ambos equipos mostraron ganas de imponerse. La primera parte se caracterizó por los ensayos desde fuera del área, con lanzamientos de larga distancia que buscaron sorprender a los porteros rivales. Tanto el guardameta del Ourense CF como el del Andorra mantuvieron la serenidad, logrando ambos mantener su arco en cero hasta el descanso. Pese a la estrategia, ninguna de las escuadras logró romper el marcador antes del intermedio.
El momento decisivo llegó en la segunda parte, cuando el Andorra quedó en inferioridad numérica tras la expulsión de Morgado. A partir de ahí, el Ourense CF tomó las riendas del juego, intensificando su presión y dominando el control del balón en campo contrario. Con Andorra replegado y conformándose con el empate, los orenses tuvieron varias ocasiones claras para marcar. Un potente disparo de Carmona y un peligroso centro de Jairo rozaron el gol, pero la pelota se resistió a entrar.
La afición en O Couto empujoó lo que pudo y los ourensanos lo intentaron hasta el final para conseguir una victoria. Sin embargo, la falta de puntería y la sólida defensa de Andorra frustraron sus intentos. El pitido final reflejó un empate sin goles que deja al Ourense CF con la sensación de haber dejado escapar una gran oportunidad ante un rival de peso.
El equipo gallego suma un punto importante, pero insuficiente y con el sabor amargo de haber tenido a su alcance la victoria.