El Deportivo de La Coruña cayó por 2-0 ante el Eldense en un partido en el que nunca encontró su ritmo y se vio superado por la intensidad del rival. Tras el encuentro, el técnico blanquiazul, Óscar Gilsanz, analizó la actuación de su equipo y reconoció la falta de contundencia tanto en defensa como en ataque.
Un partido sin respuesta
El Deportivo llegaba con optimismo tras dos victorias consecutivas, pero desde el pitido inicial se mostró sin chispa. «Nos faltó agresividad en los duelos y no supimos frenar sus transiciones. En esta categoría no puedes permitirte desconectar ni un segundo», admitió Gilsanz en rueda de prensa.
El primer gol del Eldense llegó tras una jugada a balón parado mal defendida, algo que ya ha castigado al Dépor en otros encuentros. «No estuvimos atentos en las segundas jugadas y eso nos penalizó. Sabíamos que ellos explotan muy bien el juego directo, pero no supimos contrarrestarlo», explicó el entrenador coruñés.
El penalti, punto de inflexión
El penalti señalado en la segunda parte terminó por hundir al equipo, que no encontró soluciones para reaccionar. «El segundo gol nos hizo daño y, a partir de ahí, nos costó muchísimo generar peligro. No tuvimos la claridad ni la velocidad necesaria para inquietar su defensa», lamentó Gilsanz.
El técnico también hizo autocrítica sobre la falta de intensidad del equipo en las transiciones. «No supimos frenar su juego cuando lo necesitábamos. Hacer faltas tácticas forma parte del fútbol y hoy no lo hicimos bien. Permitimos demasiadas llegadas con comodidad», afirmó.
Aprender de los errores y pensar en el próximo partido
Con esta derrota, el Deportivo pierde una oportunidad para asentarse en los puestos de cabeza y deberá reencontrarse con su mejor versión en el próximo compromiso. «Esta liga es durísima y cada partido es una batalla. No podemos confiarnos después de un par de victorias. Tenemos que recuperar nuestra identidad y aprender de este mal día», concluyó Gilsanz.
Ahora, el equipo blanquiazul se centra en su próximo encuentro en Riazor, donde buscará resarcirse y demostrar que lo ocurrido en Elda fue solo un tropiezo en el camino hacia sus objetivos.
