Primer triunfo del Racing Villalbés como local. Un gol de Uzal, a los 38 minutos, cambió un encuentro que se jugaba como quería el Torrelavega. El triunfo es de mérito, no ya por lo histórico, sino porque el equipo dirigido por Simón Lamas mostró su capacidad para tener solvencia antes los ataques estratégicos del rival y para golpear cuando tuvo ocasión. Además, fin a ocho partidos seguidos sin ganar en casa.
Un córner bueno, mejor que diez malos
El partido comenzó espeso, con un ritmo lento, con demasiados diálogos. Todo era pesado como el día, gris. Fútbol plomizo y día plomizo. Hasta la ristra de saques de equina que forzaron los locales, muy cerrados, buscando el pique de Javi, se hacían insoportables por la lentitud. El reloj tampoco corría y el Torrelavega, haciendo lo que presuntamente había planificado Sesi Fernández, obligó un par de veces a Álex Santomé a ser el más despierto.
A los tres minutos, sacando un disparo a la escuadra de Castañeda, y a los nueve, desviando en el suelo, cerca del palo, un disparo de Tobar que se aprovechó del inacabado esfuerzo de Basurto, a quien la defensa dejó entrar en el área con demasiada comodidad.
El primer ataque a gol del Racing fue lejano. Con la infantería y los zapadores en el centro, actuó la artillería. Izán intentó desde lejos sorprender a Sotres, que atrapó la bala cerca del larguero a los 19 minutos.
El partido siguió bajo el ritmo y el dominio del Torrelavega. Simón Lamas se levantaba a corregir cosas y llegó el minuto 38 que lo cambió todo. Primer córner a favor de los locales, melé en el área y Uzal, que siempre hace bien las cosas, estaba en el sitio adecuado para poner la pelota en la red.
Álex Santomé evita la derrota al filo de la prolongación
La segunda mitad estuvo condicionada por el mal estado del campo. El centro hizo imposible el juego interior y el pelotazo de convirtió en premisa necesaria y casi única. Álex Pérez estuvo a punto de anotar aprovechando un libre directo a un paso de la frontal, muy centrado. Sotres detuvo el lanzamiento. Álex Pérez lanzó el córner subsecuente y Javi Varela cabeceó cerca del palo derecho de la meta visitante.
En el minuto 67, uno de los hombres más peligrosos del torneo, el “pichichi” Javi, consiguió envenenar un disparo sin aparente peligro, que salvó Álex Santomé con enormes reflejos.
Simón Lamas introdujo a Christian y a Pablo Rey para matar el partido a la contra. El primero pudo hacerlo, pero el chut le salió flojo y Sotres no tuvo problemas para detenerlo. Tampoco los tuvo el Racing hasta la parte final.
El Torrelavega empezó su secuencia de centros, bien resueltos por la zaga, hasta que el reloj alcanzó el minuto 89. En el enésimo baló al área, y fruto de una melé, el balón le quedó de forma inmejorable a Tobar, que puso su alma en el voleón a gol, sin imaginar que delante tenía a uno de los superclase de la categoría en el gremio de los porteros. Cuando todos imaginaban el gol, apareció Álex Santomé para salvar el entuerto y frenar la racha de partidos sin ganar de los locales en A Madalena. A los dos minutos de la prolongación, Rasines tuvo la última desde la frontal, pero la pelota pasó fuera de palos.
Por fin, el Racing Villalbés ganó en casa, algo que no sucedía desde que derrotaran al Arosa al final de la pasada liga, antes de jugar la fase de ascenso.
