
ANÁLISIS | Amorebieta – Racing Ferrol (3-1)
Mal partido de los ferrolanos en su visita a Lezama, que dan un pequeño paso atrás, en su camino, hacia el soñado Play Off, y para el cual todavía cuenta con 8 “finales” por delante, en las cuales necesitarán mejorar la versión e imagen mostrada el pasado viernes frente al conjunto vasco.
Primera Parte
El partido comenzó con un Racing plagado de bajas, posicionado en un 4 – 1 – 4 – 1, como pequeña variación del 4-2-3-1, inamovible, a lo largo de toda la temporada y sobre el cual habló Cristóbal, a lo largo de toda la semana debido a la ausencia por lesión de Pinchi, sumada a la de Señé, clave en el modelo de juego racinguista.
Para el técnico andaluz, «no se trata de cambiar si juegas o no con extremos, si no de cómo se mueven los jugadores dentro del campo y cómo hacen las cosas».
Partiendo de esa idea, Parralo decidió colocar a Jesús Bernal como único pivote, adelantando de esta forma, la posición de Álex López que junto a Iker Losada (titular en los 34 partidos hasta el momento), formarían una doble mediapunta, acompañada por los costados y a pierna natural, por Héber Pena y Nacho, al que le faltaría algo de profundidad y personalidad, a lo largo del encuentro, especialmente con balón.

La idea con esto, era la de tratar de recuperar el balón lo más arriba posible, para así ser un equipo mucho más vertical y similar al de la primera vuelta.
Enfrente un Amorebieta, situado bajo un 5 – 4 – 1 (con Nuñez y Lasure, como carrileros, en fase ofensiva), y que sabría desde el primer momento, como superar la primera estructura de presión de los verdes.

Tratando a partir de ahí, de poder elaborar con total tranquilidad, ya en campo contrario, obligando a los ferrolanos a situarse por momentos, en un bloque bajo, con las líneas muy juntas. Un contexto táctico en el que el equipo de A Malata, no se acaba de encontrar del todo cómodo, debido a su predilección por el dominio.
Gracias al buen planteamiento de los de Jandro Castro y a la tónica de los departamentales de comenzar mal los inicios de los partidos, la escuadra vasca fue quien de ejecutar su plan de partido correctamente desde el minuto 1. Un plan apoyado en un bloque medio – bajo, con el propósito de una vez recuperada la posesión del balón, lanzar el equipo hacia arriba, lo más rápido posible.

Muestra de ello fue el gol anotado por Félix Garreta, en el minuto 16, donde los suyos lograron combinar, una de las mejores acciones de lo que llevamos de temporada, siendo capaces de llevar la pelota de un costado a otro, ante una zaga racinguista, que poco pudo hacer, totalmente desorientada ante tal asociación, en donde Moi Delgado se vio superado, con la incorporación de varios jugadores azulones.
Un Moi, que en la próxima jornada podría ser relevado por un Brais Martínez, (con minutos al final de este encuentro), que tras sufrir un esguince de tobillo, parece que ya está del todo recuperado. La idea con este posible trueque, es protegerse todavía más, de esas situaciones laterales en las que el equipo viene sufriendo.
Apenas quince minutos después y aprovechando las carencias que tenían los gallegos, para tapar los sectores laterales, con la incorporación de esos carrileros, una vez superada la primera línea de presión y al contar con tan solo un pivote, los Azulones lograrían establecer el 2-0, en el marcador de Lezama.
Esta vez, obra Josué Dorrio, al batir por abajo a Cantero, tras una gran acción de Jauregi, que sería quien de dejar solo a su compañero. Una acción en parte muy similar a la del primer tanto, que reflejaría a la perfección la capacidad de los de Urritxe, para mover la pelota con un gran dinamismo en sectores próximos al área rival, provocando con ello una serie de desajustes en la defensa rival, como en este caso, de marca, por parte de la pareja de centrales formada por David y Jon.
Dos buenas jugadas del Amorebieta, propiciadas eso sí, por dos errores importantes en cuanto a basculación por parte de los ferrolanos, y sobre los que Cristobal hablaría al final del encuentro, argumentando que son “errores nuestros, que habíamos hablado y trabajado antes del encuentro”.


Segunda Parte
A la vuelta del descanso, y con el objetivo de darle vuelta a los 2 tantos de diferencia, los de Parralo decidieron dar un paso más, introduciendo a Sabin (como falso extremo) y a Manu Justo, en el tapete verde.
Pese a esta pequeña revolución táctica, los de Parralo continuaron teniendo serias dificultades para darle progresión a su juego, principalmente en campo rival. Contexto ante el cual, Parralo decidió optar más por el uso de los centros laterales, desde los cuales nacerían las dos mejores ocasiones hasta el momento del encuentro, para los suyos. Primero tras un testarazo de Sabin, al conectar un centro medido de Cubero; y minutos después, tras un gran disparo desde el borde del área por parte de Manu Justo, que el meta local lograría desviar con su manopla, a saque de esquina.
Precisamente de un centro lateral y cuando mejor estaba el Racing, nacería la jugada del penalti, por una mano de Sabin Merino, que volvía a la que fue su casa durante tantos y tantos años. Una penalización, que Iker Unzueta no desaprovecharía, a pesar de la enorme estirada de Cantero, que de nada sirvió para evitar el 3-0 de los locales.
Un resultado que sería capaz de maquillar Jon García, tras un magnífico remate de cabeza a la salida de un córner lanzado por Heber. Acción en la que el central vasco, siempre resulta peligroso por su corpulencia y su capacidad para medir los tiempos.

Con el propósito de darle la vuelta al marcador y apenas unos minutos antes a dicho tanto, Cristóbal, decidió cambiar de sistema, pasando a un 4-3-3, en donde Sabin Merino como ya comentamos, actuaría como falso extremo, en el flanco derecho, con el objetivo de darle así a Cubero, la libertad suficiente para poder incorporarse al ataque. Quedando Iker Losada como único mediapunta, justo por detrás de Manu Justo, máxima referencia ofensiva, tras la nueva reconversión de Sabin.

Un planteamiento que no dio del todo sus frutos (aunque le permitió cambiar la imagen que venía dado en los minutos anteriores), pero que sin embargo, pudo haberle servido a Parralo como una prueba, de cara al enfrentamiento con la SD Huesca, el próximo domingo en A Malata; en donde Manzanara, podría salir de la partida en el próximo compromiso liguero, como recambio de Álex López.
Sin duda alguna, un partido en el que se pudo comprobar como el hecho de tener o no tener el balón en esta categoría, no te supone nada, si no eres capaz de generar peligro con él. Contando en este caso el conjunto verde, con un 63% de la posesión (completando unos 200 pases más que su rival), que de nada le sirvieron, ante el gran trabajo defensivo y sobre todo, eficacia realizadora, del Amorebieta.
Con este resultado, el Racing no se despide ni mucho menos de sus opciones de Play Off, pero desde luego, sí que pierde una oportunidad de oro, de engancharse a esos puestos de privilegio, tras los resultados acontecidos en la jornada.
Dejando un sabor amargo en la parroquia ferrolana, que ve como a su equipo le cuesta sumar fuera de casa, así como en su cuerpo técnico, que seguro le daría más de una vuelta a la cabeza en el camino de vuelta, pensando: ¿qué pasaría de haber tenido la intensidad de los últimos quince minutos durante todo el encuentro?. No obstante el fútbol te ofrece una nueva oportunidad cada 7 días, y ésto es a lo que se debe aferrar el conjunto, si quiere seguir vivo en esta linda pelea.