El Boiro logró una ansiada victoria en casa, rompiendo la imbatibilidad del Viveiro en un encuentro repleto de emoción y tensión.
En una tarde pasada por agua y llena de intensidad, el Boiro consiguió lo que tanto anhelaba: su primera victoria en Barraña en esta temporada, frente a un Viveiro que no había conocido la derrota hasta este encuentro. Los boirenses, dirigidos por Cardeñosa, vencieron por 2-1 en un duelo que mantuvo a la afición al borde de sus asientos hasta el pitido final. No solo fue un triunfo en el marcador, sino una verdadera batalla física y mental que terminó con la alegría desbordante de jugadores y seguidores boirenses.
Un primer tiempo de máxima exigencia
Desde los primeros compases, el Boiro intentó imponer su ritmo, con las combinaciones de Prol y Regueiro generando las primeras oportunidades claras. Sin embargo, fue el Viveiro el que casi rompe el hielo en el minuto 20, con un zurdazo de Adrián que obligó a Borja Rey a lucirse con una espectacular parada a mano cambiada.
A medida que avanzaba la primera mitad, el Viveiro empezó a asentarse, amenazando con sus jugadas al espacio. Pero fue el Boiro quien encontró el premio del gol, gracias a una brillante asistencia de Mario Prol que dejó a Sylla solo ante el portero. El delantero no falló y puso el 1-0, desatando la locura en Barraña.
Pese a la ventaja, los locales sufrieron su primer contratiempo con la lesión de Saro. La mala suerte no acabó ahí, ya que justo antes del descanso, el Viveiro igualó el marcador en una polémica jugada que finalizó Chucas tras un barullo en el área.
Un segundo tiempo lleno de drama
Con el partido empatado, la segunda mitad no dio respiro. El Boiro se vio obligado a realizar dos cambios por lesión: Sylla y Yago dejaron el campo tras sendos golpes. Los relevos, Noya y Pedrosa, desempeñaron un papel clave, especialmente este último, que se convirtió en el héroe de la jornada.
El Viveiro estuvo cerca de adelantarse, pero una impresionante intervención de Borja Rey tras un disparo de Cora mantuvo el empate. Fue entonces cuando Pedrosa tomó el protagonismo en el minuto 75, desatando la euforia local con un golazo desde la frontal que dejó sin opciones al guardameta visitante.
La tensión crece, pero la victoria se queda en casa
Los minutos finales fueron un carrusel de emociones, con el árbitro en el centro de la polémica tras varias decisiones muy discutidas. Tanto fue así que Cardeñosa y su asistente Diego Rivas fueron expulsados por protestar. A pesar de la presión y la insistencia del Viveiro, que colgó numerosos balones al área en busca del empate, el Boiro resistió con solidez hasta el pitido final.
Con esta victoria, el Boiro no solo rompe su mala racha en casa, sino que se reafirma como un equipo capaz de luchar hasta el final. Barraña estalló en júbilo tras 90 minutos de lucha incesante. Tres puntos vitales para los boirenses en una tarde que será recordada por mucho tiempo.