En un giro poco común y decisivo, el CD Arenteiro ha tomado una medida audaz ante su crisis de porteros: activar a su propio entrenador de porteros, Diego Rivas, para el próximo encuentro contra el Deportivo La Coruña en el estadio de Riazor. Esta decisión llega después de una serie de contratiempos que han dejado al equipo sin opciones viables bajo los tres palos.
La saga comenzó con la lesión de Manu Figueroa, que probablemente lo mantendrá fuera de las canchas hasta el final de la temporada. La situación se agravó cuando Diego García, el portero titular, sufrió una rotura del tendón de Aquiles durante un partido, dejando solo a Pablo Brea como opción. Sin embargo, debido a una cláusula contractual, Brea no puede enfrentarse al club que lo cedió, el Deportivo, lo que dejó al Arenteiro en una posición complicada para su próximo compromiso.
Ante la imposibilidad de encontrar un reemplazo en las últimas dos semanas, el club ha recurrido a una solución interna. Diego Rivas, quien colgó los guantes este verano tras una prolongada carrera que incluyó temporadas en equipos como Racing de Ferrol, Albacete, Murcia y Eibar, volverá a la acción este domingo.
Este partido no solo es crucial para el Arenteiro en términos deportivos sino también emocionales. La visita a Riazor marca un retorno significativo para Rivas, quien ya conoce el terreno de juego desde su temporada con el Fabril, filial del Deportivo, en la campaña 2010-2011.
Los aficionados del Arenteiro estarán atentos a este encuentro, que promete ser no solo un desafío deportivo sino también una muestra de la determinación y el ingenio del club y de un veterano que no dudó en volver a calzarse los guantes por el bien del equipo.