Indescriptible lo vivido hoy en el estadio de As Eiroas, donde el Bergantiños arrancó su temporada en casa de la mejor manera posible, venciendo con contundencia a un Avilés desbordado por el empuje y el acierto local, 4-1.
Un Bergan decidido encarriló el partido en la primera mitad
El equipo dirigido por Jorge Cuesta llegaba al encuentro con la intención de enmendar su falta de osadía en el debut ante el Guijuelo, y vaya si lo lograron. Con una actuación brillante y dominadora, sellaron un 4-1 que hizo vibrar a la afición de Carballo como nunca.
El encuentro comenzó igualado, con un Bergantiños sin complejos que, desde el primer minuto, mostró su voluntad de plantar cara a uno de los favoritos para estar en la parte alta de la tabla. Los primeros avisos llegaron de las botas de Omar y Tijan, que inquietaron al portero rival con sendos disparos desde fuera del área. El Avilés, tras resistir los primeros embates, empezó a encontrar espacios y a adelantar líneas, aunque sin generar ocasiones claras de peligro.
Todo cambió en el minuto 33, cuando David Álvarez firmó una auténtica obra de arte al ejecutar un lanzamiento de falta directo que se coló por la escuadra, desatando la locura en las gradas. Con ese golazo, el Bergan se fue al descanso con ventaja.
El cuadro de Carballo, arrollador en la segunda mitad
Nada más comenzar la segunda mitad, los locales dieron un golpe definitivo al partido. De nuevo, David Álvarez, aprovechando un gran centro de Manu tras una brillante jugada de Omar, remató en el segundo palo para colocar el 2-0 y hundir al Avilés. La avalancha del Bergantiños no se detuvo ahí. Apenas cuatro minutos después, un disparo de Tijan que el portero visitante no logró atajar fue aprovechado por Omar, quien con oportunismo puso el 3-0, desatando la euforia en As Eiroas.
Con el partido prácticamente resuelto, Cuesta decidió mover el banquillo, dando entrada a Musy, Reme, Bastos, Fito y Antañón. Precisamente, este último se encargó de cerrar la cuenta goleadora de su equipo en el minuto 77, tras definir con frialdad en un mano a mano. Ya en los minutos finales, Érik maquilló el resultado para los visitantes, poniendo el 4-1 definitivo.
El Bergantiños no solo consiguió tres puntos importantes, sino que demostró carácter y calidad ante un rival de entidad. La afición local salió del estadio con una sensación de ilusión renovada y de que, si el equipo sigue en esta línea, los éxitos no tardarán en llegar.