La reestructuración del equipo se complica con 33 jugadores en nómina
El RC Celta de Vigo enfrenta un dilema complicado a pocos días del inicio de la pretemporada. A pesar de los esfuerzos del director deportivo, Marco Garcés, el club no ha logrado dar salida a ninguno de los jugadores transferibles, dejando al técnico Claudio Giráldez con una plantilla inflada de 33 futbolistas.
Giráldez, quien ha insistido en trabajar con «20 o 21 futbolistas» para la próxima temporada, ve cómo regresan jugadores cedidos como Carreira, Fontán, Baeza, Lautaro, Lobete, y Gonçalo Paciencia, además del atacante del filial Alfon, que ahora tiene ficha con el primer equipo.
A pesar del buen rendimiento de José Fontán en el Cartagena, la mayoría de los jugadores que vuelven a Vigo no cuentan para Giráldez, quien también ha solicitado la salida de Unai Núñez, Carles Pérez, Starfelt, Kevin Vázquez, Dotor y Ristic.
Marco Garcés espera traspasar al delantero noruego Jorgen Strand Larsen por unos 25 millones de euros, lo que permitiría al club abordar el fichaje del deseado Borja Iglesias. El regreso del jugador del Betis, solicitado por Giráldez, podría formar una dupla letal con Iago Aspas.
La situación actual del Celta de Vigo plantea un desafío considerable para la dirección deportiva, que deberá moverse rápido en el mercado de fichajes para cumplir con las exigencias del técnico y optimizar la plantilla para la próxima temporada.
