El Deportivo La Coruña sigue atrapado en una peligrosa espiral tras caer derrotado en el Ciutat de Valencia ante el Levante, con un marcador de 2-1 que, aunque maquillado al final, refleja las dificultades del equipo dirigido por Imanol Idiakez.
A pesar de la reacción tardía de los herculinos, el partido estuvo marcado por la superioridad del conjunto granota, que hunde aún más a un Dépor que continúa en puestos de descenso. La frustración se palpaba entre la afición y el cuerpo técnico blanquiazul, quienes siguen sin encontrar la fórmula para revertir una temporada que parece escaparse.
Primer golpe: Iván Romero castiga temprano
El encuentro arrancó de manera frenética, con un Levante que desde el pitido inicial impuso su ley. Apenas habían transcurrido 7 minutos cuando Iván Romero se adelantó a la defensa deportivista para rematar de cabeza un córner, dejando en evidencia las carencias en el juego aéreo del equipo gallego. Ni Pablo Vázquez ni Dani Barcia lograron contener al delantero granota, quien anotó con autoridad el primer tanto.
El Dépor, golpeado y con una evidente falta de ideas, trataba de sacudirse el dominio local, pero las llegadas de Mella y Yeremay no generaban verdadero peligro. Mientras tanto, el Levante seguía cómodo sobre el césped, imponiendo su ritmo y controlando los tiempos del partido.
Doble castigo: Romero vuelve a golpear
El segundo mazazo para el Deportivo no tardó en llegar. Minuto 29, un nuevo error defensivo propició el segundo tanto de Iván Romero, quien volvió a demostrar su olfato goleador. El delantero aprovechó una indecisión en la zaga herculina y no perdonó, colocando el 2-0 en el marcador ante la impotencia de los blanquiazules. El Dépor se marchaba a vestuarios con un abrumador 2-0 en contra y la sensación de que el partido podría haber sido incluso peor.
Mejora insuficiente en la segunda mitad
Con la reanudación, el técnico deportivista movió el banquillo. Entró Mohamed Bouldini por Charlie Patiño, buscando más presencia en ataque con un esquema 4-4-2 que apostaba por Lucas Pérez y el propio Bouldini en punta. El Dépor parecía mostrar una ligera mejoría, pero las ocasiones no se concretaban.
Lucas Pérez, siempre referente en ataque, estuvo a punto de acortar distancias en el minuto 53 con un tiro de falta directa. Sin embargo, su disparo fue magistralmente desviado por el guardameta granota, Andrés Fernández, en una de las pocas acciones de verdadero peligro de los coruñeses.
Barbero pone emoción al final
Ya en los minutos finales, cuando todo parecía sentenciado, el Deportivo encontró una pequeña luz de esperanza. En el minuto 88, Escudero colgó un balón perfecto desde la izquierda que remató Barbero al fondo de la red, estableciendo el 2-1 y encendiendo una leve chispa de ilusión entre los aficionados blanquiazules.
El Dépor se lanzó al ataque en los últimos instantes del descuento, y Barbero estuvo a punto de firmar el empate en el minuto 90, pero su cabezazo salió desviado. Con esta última ocasión, el colegiado señaló el final del encuentro, certificando una nueva derrota para los gallegos.
Una situación cada vez más crítica
Con esta derrota, el Deportivo sigue en la zona roja de la clasificación y aumenta la presión sobre un equipo que parece no encontrar el rumbo. Las esperanzas de la afición empiezan a flaquear, mientras que la directiva deberá replantearse qué medidas tomar para evitar que la situación empeore aún más.
El Dépor necesita un giro de timón inmediato si quiere salvar la temporada y evitar que la permanencia en Segunda se convierta en una quimera. Las próximas semanas se antojan clave para un equipo en horas bajas.
