Por segunda temporada consecutiva el Friol vetó a la prensa especializada al derbi contra el Lugo. El partido estuvo rodeado de aspectos extradeportivos relacionados con el cambio de fecha, señalada por la RFEF, la suspensión por parte de Geluco Villar de una campaña de recogida de juguetes, la acusación contra él en redes y la sospecha, manifestada por espectadores, de que Covi Regueiro sigue saltándose la inhabilitación de cinco años.
Los rumores apuntan a que dirigió el partido desde la oficina, a través de un pinganillo conectado a Isabel Martín y/o Geluco Villar, mientras veía las incidencias a través de un circuito cerrado. El partido lo ganó el Friol con un gol de la ferrolana Antía en la parte final del choque.
El dibujo de Covi Regueiro
Covi Regueiro tiene una inhabilitación de cinco años para poder dirigir a cualquier equipo de fútbol. Nadie hasta la fecha se preocupó por contratar a la entrenadora y su casa, su única casa, ha sido el Friol, ya fuera como jugadora, o como entrenadora. Pese a no poder entrenar, lo primero que llama la atención de las amarillas es que el dibujo táctico que trazan sobre el terreno de juego sea exactamente igual al que ella aparejaba.
No hablamos de estereotipados 1x4x2x3x1, o de 1x3x4x3, o de 1x4x3x3, o de 1x5x3x2, o de 1x5x4x1.
Hay dos equipos que juegan con idénticos dibujos, muy particulares, bien diferenciados del resto, desde hace años. Uno, el Victoria de Santiago, tiene el mismo entrenador, porque a Chivi y a Tomás Mougán se les puede aplicar aquella cita de Agustín de Hipona: “yo soy dos y estoy en cada uno de los dos por completo”. Es lógico que las victoristas pinten el mismo dibujo desde hace años, sea uno u otro quien esté al frente.
El otro es el Friol. Desde la llegada de Regueiro, después de que Geluco Villar fuese quemando a todos los entrenadores que pasaron por allí, excepto a Josito, que aunque no era del club, es del pueblo, la ex capitana repite recalcitrantemente los mismos trazos, con independencia de las características dispares de las muchas jugadoras que vienen visitando Friol, ora desde el frío y lejano este de Europa, ora desde la cálida Latinoamérica, incluso desde la vecina África.
Viendo un partido del Friol, lo primero que llama la atención es que ya estando dirigido por el estabulador Ángel Bujan, bien por Alejandra Jiménez, “huida” del club por razones desconocidas, o ahora, según los hablares, por la atemorizada Isabel Martín, el equipo juegue con el estilo de Regueiro.
La circunstancia golpea en el análisis porque antes de aposentarse en Friol, ni Alejandra Jiménez, en los poquitos equipos en los que estuvo, ni Isabel Martín, en los menos, jamás jugaron como lo hacen desde que llegaron al Friol. Nunca hasta ahora distribuyeran a sus jugadoras sobre el campo exactamente como lo hacía Covi Regueiro, que está sancionada por cinco años.
El primer tiempo
El tal dibujo falló en la primera mitad contra el Lugo. El Friol solo fue superior en acciones individuales, cuando la pelota llegaba en el área, o en sus proximidades, a Potassa o a Lizcano.
Cierto que ninguna de ellas pudo marcar el primer gol en el minuto siete. Un balón liberado para Alicia, que apareciera por la derecha del área, permitió practicar con Edurne una suerte de pin-ball a base de tiros y rechaces. Hasta tres ocasiones tuvo la jugadora local. No hubo cuarta porque Edurne acabó atajando el prolongado mano a mano.
El Lugo, ordenado, equidistante en el espacio, careció de poder ofensivo. Es su principal defecto de la temporada. Capaz de combinar con ritmo atrás y en el centro, le cuesta pasar de forma asociativa la línea imaginaria de los tres cuartos.
El Friol siguió probando a Edurne con disparos desde fuera del área, que la cancerbero atrapó con facilidad. Lizcano, dos veces, y en medio, Potassa, firmaron las tentativas.
Superado el cuarto de partido, Lizcano anotó en un remate bombeado con la cabeza. La colombiana tiene calidad sobrada, pero estaba en fuera de juego.
Fue lo más divertido del choque porque a Alonso Sanjurjo, que levantó la bandera, lo cuestionó Potassa en voz alta y a tres metros de su cara. A la argentina podía no haberle faltado razón. En el momento del gol estaba criticando su indolencia ante una posible falta en el comienzo de la jugada: “¡Fuera de juego mientras estás hablando conmigo!”, le espetó.
Potassa quiso sorprender a Edurne en el minuto 32, pero no elevó bien el disparo lejano y la portera pudo reubicarse para evitar el gol.
El Lugo se soltó algo en el último cuarto de hora de la primera mitad. En el minuto 38, Goico pudo anotar en un remate con el pie, perpendicular al primer palo, tras enganchar sobre la marcha un centro de Asia desde la derecha.
Las locales ganaron por primera vez la espalda a las centrales del Lugo en el minuto 42, pero Edurne rechazó el mano a mano ante Letícia y desvió el siguiente remate de María. Tras el córner, que Antía lanzó al segundo palo, Lizcano superó con una volea elevada a Edurne, pero Ester, a un paso de la línea de gol, evitó que la pelota la rebasara.
Los cambios resquebrajan al Lugo al final
La segunda mitad repitió lo visto, aunque el Friol empezó a contar con menos ocasiones. El Lugo, muy activo con toda la línea del centro, teniendo a Ester como eje ante la ausencia de Berta, manejó mejor las posesiones, acertó más en los pases siempre que fueron horizontales o hacia atrás y, algo más plegado, benefició al Friol para que corrigiese las distancias entre su poblado centro del campo, tan del estilo de Covi Regueiro, pero condicionó sus circulaciones, pues Antía se encontraba con un tráfico excesivo en esa franja.
En el minuto 62, Letícia disparó desde fuera del área muy cerca del palo derecho de la meta visitante. Respondió el Lugo con un robo de Asia en la parcela enemiga, pero Iria, que recibió el servicio de forma inmediata, chutó flojo a las manos de Sara.

Los cambios en ambos equipos no rompieron el equilibrio inicialmente, si bien Goico pudo adelantar al Lugo con un chut condicionado en su colocación y fuerza por haber salido desgastada de un regate ante Andrade. Sara embolsó la pelota.
El partido solo podía variarlo un matiz puesto por una killer o por Antía, la futbolista con mejor pie de las que estaban sobre el sintético. La ferrolana interpretó bien una contra corta, ocupó en ventaja el carril del 10, abierto de par en par por el mal repliegue visitante, y cruzó un disparo ganador en cuanto se posó sobre el balcón del área. El Friol había sentenciado el partido a su favor porque el Lugo, algo menos compacto con los pocos cambios, perdiera consistencia.
El Lugo quiso empatar, pero solo tuvo una ocasión en el minuto 88, cuando un cabezazo alto de Ester fue atrapado sin problemas por Sara.
Los juguetes, el desafecto del Friol hacia el Lugo y el espíritu de la inhabilitada Regueiro
El Friol quiso culpar al Lugo de la suspensión de la recogida de juguetes en el partido por jugarse el domingo en lugar del sábado. Lo manifestó por medio de una tosca carta que hizo pública en las redes sociales.
No contaban que esas mismas redes mostraran una opinión diferente. A la epístola peluquera de dos páginas en la que se pretendía mostrar al Lugo como un club sin alma, se le recordó el desencuentro entre Geluco Villar y Tino Saqués, cuando el dueño del frío, con buen juicio, declinó seguir patrocinando al Friol por una cantidad económica que consideró desproporcionada. Parece ser que Villar nunca perdonó que le impidiese clavar el colmillo por segunda campaña consecutiva.
En otro orden, el espíritu de Covi Regueiro sobrevoló permanentemente el sistema táctico del Friol. Rumores que salían del respetable decían en la grada que la “adestradora” inhabilitada se encontraba en la oficina anexa al vestuario local.
Por ello, para alguien ocupado en ver movimientos extraños resultó sospechosa la carrera de una “empleada” peluquera en el descanso. Voló, más que corrió, desde el trípode de filmación del partido hasta la “habitación con vistas”, con su mano aferrando una documentación y una tableta. Abrió y cerró la puerta de forma presurosa, como la de quien quiere ocultar de la vista de los gentiles la misteriosa presencia de una convidada secreta.
¡Por fin se fueron!
La noche invadió A Reigosa. Méndez Moreda había subido el acta a la intranet federativa sin apuntar cualquier incidencia más allá de las ocurridas en el 100 x 60. Ya había entrado en su vehículo, acompañado por sus asistentes, y arrancado el motor. La última espectadora también abandonó la cantina y la familia Villar cerró el portalón del recinto. De repente, una voz subida de tono, que llegó el hasta fondo desprotegido del campo friolense, resquebrajó la oscuridad: “¡Por fin se fueron!”
Desde lejos, abrazados por el frío y la penumbra, pudimos ver que se abría la puerta de la oficina. De allí salió una figura femenina de corta estatura. Parecía portar una carpeta en la que se imaginaba un dibujo esquematizado parecido al 1x3x1x4x2. No era Isabel Martín. Apuesto que aquella no era su caligrafía. Se abrió y volvió a cerrarse el portón para que todos los que quedaban salieran y A Reigosa quedó definitivamente en silencio, despojada de evidencias, hasta al próximo partido de las peluqueras.
Así será porque a las paredes no pueden exprimírseles secretos; o hasta que alguna futbolista disgustada los desvele, si existen; o hasta que la RFEF decida sobre los 97 documentos audiovisuales presentados por un club de la competición en los que, presuntamente, se ve a Covadonga Regueiro haciendo cosas que no le están permitidas por los dueños del fútbol español durante estos cinco años dentro de este deporte.
Ficha
DOMINGO 15/12/2024 (16,30) Campo: A REIGOSA (50)
C. PELUQUERÍA MIXTA FRIOL : 1 ‑ C.D. LUGO : 0 (0‑0)
FRI : Sara; Yasmín López (Caniço 55’), Nerea Rodríguez, Ana; Alicia, Leticia (Andrade 74’), Antía, Andrea, María (Batista 55’); Potassa, Lizcano (Carla 89’). Ent. Isabel Martín. (Banco: Rabuñal (g)).
LUG : Edurne; Asia, Iona, Yanire, Blanca (Nekane 89’); Candela Otero (Ánxela 74’), Noa, Ester, Mery (Claudia 74’), Iria; Goico. Ent. Xoaquín Blanco. (Banco: Erica (g); Cande).
Goles: 1-0 Antía 86’.
Árbitro: Méndez Moreda (Galicia-Lugo). Auxiliares: Polo Díaz y Alonso Sanjurjo.
Amonestaciones: TA: Blanca 40’; Mery 66’; Antía 86’.