Un desafortunado gol en propia y Sadiq apagan la ilusión del Ourense ante un Valencia que tuvo que sacar a relucir sus mejores armas para superar la ronda copera en O Couto.
El Ourense CF cayó con honor ante el Valencia en el duelo de octavos de final de la Copa del Rey. El equipo gallego plantó cara a un conjunto de Primera División que sufrió más de lo esperado para lograr su pase a cuartos. Pese al resultado de 0-2, el Ourense demostró carácter y un fútbol que dejó momentos de ilusión en O Couto.

Un primer tiempo de resistencia y esperanza
La primera parte fue un pulso entre la valentía del Ourense y la calidad del Valencia. El conjunto dirigido por Pablo López no se amilanó ante los visitantes. Un disparo raso de Jairo Noriega puso a prueba al portero Dimitrievski y levantó los ánimos de la afición local. En respuesta, el Valencia buscó abrir el marcador con centros peligrosos desde la izquierda, pero la defensa ourensana, liderada por un sólido Fran Carmona, contuvo el ataque.
El portero Pato Guillén brilló con una parada espectacular ante un cabezazo de Umar Sadiq, mostrando que el Ourense estaba dispuesto a pelear hasta el último minuto. El descanso llegó con el marcador intacto, reflejo del esfuerzo y orden táctico del equipo gallego.

Un desafortunado inicio del segundo tiempo
La reanudación trajo el primer golpe para el Ourense. En el minuto 50, un intento de despeje desafortunado de Fran Carmona terminó en un gol en propia puerta. Este infortunio no desanimó al conjunto local, que continuó buscando el empate con los cambios ofensivos de Pablo López.
El público en O Couto rugió con cada acercamiento del Ourense, especialmente con un disparo de Ángel Sánchez que estremeció el larguero. Por momentos, el empate parecía posible, pero la falta de acierto y la sólida defensa valencianista frustraron los intentos locales.

Sadiq sentencia en los últimos compases
Cuando más cerca estaba el Ourense de igualar el marcador, Umar Sadiq demostró su calidad. En el minuto 78, el delantero nigeriano firmó un gol de alta factura técnica, dejando sin opciones al guardameta Pato Guillén con un disparo ajustado a la escuadra. Ese tanto sentenció el encuentro y selló el pase del Valencia a la siguiente fase.
El tramo final vio a un Ourense volcado al ataque, buscando con valentía un gol que les devolviera al partido. Aunque no fue posible, el esfuerzo y la entrega de los jugadores fueron reconocidos con una ovación por parte de su hinchada.
Orgullo y futuro prometedor
Aunque la derrota es dolorosa, el Ourense CF demostró estar a la altura de un rival de categoría superior. Su desempeño en la Copa del Rey no solo es motivo de orgullo para Galicia, sino también una señal de que este equipo tiene un futuro prometedor también en liga si mantiene el espíritu competitivo mostrado en esta edición del torneo.
FICHA