Reinó la igualdad entre ambos equipos en el primer acto, pero en el segundo el Viveiro, con dos zarpazos, se llevó la victoria mostrándose más eficaz de cara a portería.
Las pérdidas de balón, el juego directo y sus consecuentes segundas jugadas se sucedían constantemente durante el primer acto. Todas estas situaciones llevaron a los conjuntos de A Mariña y de A Terra Chá a llegar extenuados al intermedio y sin goles sobre el campo.
Durante la segunda mitad fueron apareciendo cada vez más y más espacios. Además los cambios introducidos por los técnicos otorgaron más profundidad a sus equipos.
Fito tuvo una ocasión inmejorable para adelantar al Castro, pero Ayoub supo aguantar y acabó repeliendo el disparo con sobriedad. Pocos minutos después Rolle ejecutó un saque de esquina que se dirigió a la cabeza de Diego, que con un testarazo inapelable abrió el marcador.
Buján, fichado este verano desde la Residencia, tuvo el empate tras ganar la espalda a la zaga de los de Alberto López. De nuevo Ayoub estuvo inconmensurable, realizando otra parada de las que otorgan puntos.
La sentencia por parte de los mariñanos llegó tras una contra llevada por el sector derecho de su ataque. Adrián Lombao, que destaca por su juventud y desparpajo, realizó un lanzamiento ajustado al palo ante el que nada pudo hacer el portero del Castro. A partir de este momento el partido entró en un carrusel de continuas interrupciones por faltas y de imprecisiones en los pases dado el nivel de cansancio que atesoraban ambos equipos.