Hoy la curiosidad nos hace cambiar de estamento. Así es tras el partido entre los promesas castellanos, Valladolid y Burgos. Nada tienen que ver con este contenido, pero sí el colegiado encargado de arbitrarlos.
El vigués Figueiredo Comesaña firmó el acta con el sexto triunfo favorable a un equipo local en lo que va de liga. De los nueve gallegos que militan en la categoría es el único con el que solo ganan los equipos locales. De los nueve, es el que más penaltis a señalado (3, dos a favor de los locales y uno de los visitantes) y el que menos tarjetas ha mostrado (4,5 por partido) y el que menos ha usado la roja (1 doble amarilla). Sus partidos, además del citado, que se jugó en los Anexos del Nuevo José Zorrila el pasado sábado, fueron el Adarve-Coria (2-1), Langreo-Burgos Prom. (2-0), Segoviana-Alcorcón B (4-2), Rayo Cantabria-Avilés (1-0) y Arenteiro-Ourense (1-0).
Los datos contrastan con los de la pasada campaña en la que, descontando el Murcia-Rayo Cantabria de fase de ascenso, jugado en campo neutral, solo firmó dos triunfos locales en trece choques. También contrasta que fuese el que más tarjetas mostró (8,14) y el que más expulsó (7, con cinco dobles y dos rojas directas). Fuera el único de los seis gallegos que superó el centenar de amonestaciones (114: 102 amarillas, 5 dobles y 2 rojas).


