Iago Aspas sale al rescate para salvar un punto

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El RC Celta acaba de empatar 1-1 ante el Girona en un partido que sirvió para homenajear a Iago Aspas por sus 500 partidos con el club. Precisamente, el de Moaña, que había sido suplente, fue protagonista con el gol que igualaba el choque, situándose así como el 20º máximo goleador histórico de LaLiga.

En Balaídos se vivió un partido relativamente parejo, donde ambos equipos presentaron un estilo de juego muy similar, con la pelota como figura principal. Aunque los tramos de dominio se fueron repartiendo a lo largo de los 90 minutos, el Girona supo aprovecharlo para generar mayor peligro que el Celta. Sin ser un encuentro de muchas oportunidades de gol, los catalanes probaron a Guaita en un par de ocasiones. Algo, que el combinado vigués apenas hizo Gazzaniga.

De nuevo, el Celta encajando en un centro

El primer tiempo arrancó con un serio aviso por parte de Abel Ruiz. El delantero estuvo a escasos centímetros de abrir el marcador con un remate de cabeza que se marchó rozando el palo. Una ocasión que dejaba patente el buen inicio de partido por parte del Girona. Así pues, los de Míchel rápidamente se adueñaron de la pelota, a partir de una fantástica y muy segura salida de balón desde atrás, lo que le permitía avanzar líneas con comodidad.

Por su parte, el Celta fue creciendo poco a poco, también con la posesión como principal baluarte. Uno de los más participativos fue Ilaix Moriba, al que le faltó frescura en los metros finales para que sus jugadas llegasen a buen puerto.

Aunque los minutos del Celta en el primer estaban siendo competitivos, volvió a mostrar su mayor debilidad, los centros laterales al área. Daley Blind recibió el balón en tres cuartos de campo, un poco escorado a la derecha, para colgar un centro que remató Yangel Herrera en el segundo palo con un testarazo inapelable. El venezolano le ganó la partida por alto a Pablo Durán, quien se quedó en el suelo, dolido por el choque con el centrocampista.

500 veces Iago Aspas

El segundo tiempo tuvo muchas similitudes con el primero. El Girona arrancó mejor, obligando a Guaita a aparecer en dos ocasiones. La primera con una mano abajo y la segunda con una estirada. Un inicio que aceleró los cambios de Giráldez, quién renovó por completo su trío de ataque.

En el minuto 81′ llegó el ansiado gol del Celta, obra del Rey. Un tanto, que vale la pena seguir desde la perspectiva de Iago Aspas. El de Moaña recibe en su propio campo, levanta la cabeza, cambia el balón hacia la zona de Hugo Álvarez, acompaña la jugada y la finaliza con un disparo colocado marca de la casa tras asistencia de Swedberg. Es un distinto, un genio del fútbol, que una vez más, salió al rescate de los suyos, con un gol que lo sitúa entre los 20 máximos goleadores históricos de Primera División (159 dianas).

En los minutos finales, el Celta apretó, pero no fue capaz de hilvanar alguna ocasión de peligro. Finalmente, reparto de puntos que dejan a los celestes en la 9ª posición, antes de viajar a Gran Canaria para medirse a la UD Las Palmas, actual colista del campeonato.