La visita del RC Celta a San Mamés se ha saldado con un 3-1 a favor de los leones. La inestabilidad defensiva del cuadro celeste fue protagonista, concediendo muchas facilidades y sucumbiendo ante el poderío aéreo de los Guruzeta y compañía.
El Celta fue superior en el primer tiempo, especialmente con balón, pero tuvo un inicio de auténtica pesadilla. Óscar Mingueza, uno de los jugadores más en forma de la competición, se tenía que retirar a las primeras de cambio y estará pendiente de las pruebas médicas para conocer el alcance de la lesión. Noticia demoledora para los intereses del combinado vigués, teniendo en cuenta la importancia del catalán en el esquema de Claudio Giráldez.
Un golpe duro, que no sería el único, ya que en la acción inmediatamente posterior llegaría el primer tanto del encuentro, obra de Gorka Guruzeta. El delantero vasco pescó un rechace en el interior del área para superar a Vicente Guaita con un remate acrobático y dejar a los de Giráldez con cara de pocos amigos.
Una acción que va a dar que hablar
Tras estos dos varapalos, el Celta supo reponerse bien, siempre con el balón como su mejor aliado. El cuadro celeste empezó a entonarse y a crecer en el partido a base de posesiones de un lado a otro, aunque sin generar excesivo peligro sobre la portería rival. Sin embargo, hubo una acción que pudo cambiar la tónica del encuentro, cuando colegiado y sala Vor sancionaron con amarilla una muy fea entrada de Berenguer sobre Javi Rodríguez. Curiosa la decisión del Var de no entrar a valorar la peligrosidad en la acción, que fácilmente se podría haber saldado con tarjeta roja.
Esto no impidió al Celta seguir en busca del empate, que llegaría desde el punto de penalti. Iago Aspas provocó la pena máxima al caer derribado en el intento de regatear al guardameta del Athletic en un mano a mano. El propio genio de Moaña se encargó del lanzamiento para colocar el 1-1 en el marcador con un disparo centrado.
Con el Celta mejor plantado y proponiendo un fútbol mucho más atractivo que el rival, el Athletic aprovechó sus armas para irse al descanso por delante en el luminoso. Centro con música desde la izquierda de Berenguer y cabezazo inapelable de Gorka Guruzeta en el interior del área. Ni Jailson, ni Starfelt pudieron parar al delantero, que hacía así su doblete.
Dajló sentencia a un mal Celta
El segundo tiempo no se pareció en nada al primero. El Celta perdió la iniciativa y estuvo muy disperso sobre el terreno de juego. Aún así, los leones tampoco fueron capaces de aprovechar esta circunstancia, lo que ayudó a los vigueses a crecer con el paso de los minutos.
Sin embargo, a diez minutos para el final, cuando los de Giráldez parecía que se reencontraban con su fútbol, apareció Álvaro Djaló para sentenciar el encuentro. Carrera por la derecha de Iñaki Williams, que ganó línea de fondo y puso un centro a media altura que remató de cabeza Djaló. Como en los dos goles anteriores, la zaga celeste pecó de mala colocación y poca intensidad en las marcas.
Con el 3-1 se llegó al pitido final, que deja al Celta con 9 puntos, todavía sin sumar a domicilio. Los celestes ocupan la 8ª posición a la espera de que se complete la jornada.