El joven futbolista de Ferroltera, que comenzó la temporada con el Celta C – Gran Peña, triunfa con el Celta Fortuna en la Primera Federación y suma ya 10 partidos disputados esta temporada, incluidas 4 titularidades.
Manuel Fernández Arroyo (Narón 2001), futbolista del Celta Fortuna en la actualidad, lleva el fútbol en sus venas y no solo porque comenzara a dar patadas al balón casi a la vez que aprendía a andar, si no por que el deporte rey está presente en sus genes como el más fuerte de los instintos.
Su abuelo paterno, Manuel Fernández Amado, brilló como futbolista del Racing de Ferrol, Celta de Vigo o Español de Barcelona, y el materno, Ignacio Arrroyo Lambarri lo hizo en el Athletic de Bilbao, Racing y Cádiz. Por si esto no fuera poco, su padre Manel Fernández Anidos, fue canterano del Racing de Ferrol, pasó por el Celta de Vigo y Elche, para retornar a Ferrol y convertirse en uno de los mitos del racinguismo a principios de los años 2000 en una de las etapas más brillantes de la entidad con el equipo en la Segunda División.
Calidad, trabajo y constancia las claves del éxito
Manu Fernández no lo ha tenido fácil a pesar de contar con en casa con buenos maestros. Después de una brillante trayectoria en las categorías de base del Racing, el Celta de Vigo puso sus ojos en él y el futbolista aterrizó en Vigo para enrolarse en la escuadra cadete de los vigueses, pasando pronto a formar parte del juvenil B con el que disputó dos temporadas, para retornar a Ferrol en su segundo año como juvenil. A la temporada siguiente, en su úlitmo año en la categoría, partía hacia el Deportivo Alavés buscando hacerse un hueco entre las jóvenes promesas del glorioso. El ferrolano cursó dos temporadas a caballo de la escuadra juvenil y el San Ignacio de la Tercera División (filial de los alaveses) donde tuvo la oportunidad de cuajarse como futbolista en una categoría donde nadie regala nada y donde pudo comproblar la dureza de un fútbol como el vasco.
La pandemia, las malditas lesiones que se cruzaron en su camino dificultando su progresión y cierta morriña, llevaron al joven jugador a retornar a Galicia con la temporada 2021-22 ya comenzada donde se enroló en el Celta C – Gran Peña, por entonces en la preferente sur gallega. Con el ascenso de los vigueses a la 3ª RFEF, llegó la pasada campaña, una temporada en la que el futbolista encontró pronto su lugar en el segundo filial celeste y terminó cuajando su más completo año futbolístico con más de 2.000 minutos jugados, repartidos en 27 encuentros, 23 de ellos como titular y anotando 3 goles. Esa carta de presentación le valió comenzar la 2023-24 en la pretemporada del Celta Fortuna.
La recompensa al trabajo bien hecho
Se da la circunstancia de que su padre Manel Fernández fue su entrenador durante su etapa de formación y pudo moldear al futbolista que lleva dentro, pero el jugador ha tenido que seguir solo su camino para tratar de abrise hueco en el dificil mundo del fútbol hasta encontrar la recompensa en forma de haberse ganado un puesto en un Celta Fortuna al que llegaba este verano desde el tercer filial celeste. Su participación a día de hoy en 10 partidos oficiales con la camiseta del segundo filial vigués, le garantizarán si vuelve a vestirse en una undécima ocasión de celeste con el primer filial, el no retorno al Celta C – Gran Peña y haberse ganado pasar a formar parte de pleno derecho de la plantilla que maneja Claudio Giraldez. El Celta Fotuna transita en la segunda posición de la tabla con 29 puntos a tan solo 1 de líder Leonesa, lo que deja bien a las claras el gran trabajo que vienen realizando tanto Manuel Fernández como sus compañeros de la mano del técnico de O Porriño.