OPINIÓN | Racing femenino, ¿de verdad?

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El Racing acaba de anunciar que tendrá un equipo femenino que competirá en la liga gallega infantil de la presente temporada.

Desde la llegada de Abraham Yáñez a la delegación ferrolana de la RFGF la relación entre la mujer y el fútbol FIFA ha conseguido normalizarse. Yáñez es el primer delegado de la historia que ha conseguido que el fútbol FIFA femenino progrese en Ferrolterra, dejando que ésta continúe siendo la zona cero del futfem gallego junto a Ourense. Yáñez es la persona con más credibilidad para el fútbol femenino gallego de todos los federativos que se han acercado al mismo. Faltaba algo para redondear el crecimiento y era que el Racing, más ahora que es el equipo del fútbol profesional de la comarca, diera el paso de una manera abierta, y no encubierta, como en la época del silveirismo. No olvidemos que Silveira abriera la puerta de atrás a la mujer creando un equipo bajo el amparo de la Fundación – nunca se llamó oficialmente Racing C. Ferrol -, que deshizo cuando dejó de llegar el dinero de las subvenciones programadas por el PSOE y el BNG, cuando ambos compartieron el gobierno de la Xunta.

Un poco de historia

Ferrolterra es una comarca necesaria para explicar la historia del fútbol femenino en Galicia. A principios de los años 70 del pasado siglo, uno de los equipos más potentes que había en Galicia era el Ferrándiz, que derrotando al Karbo en Cedeira, llegó a ser el primer campeón oficioso de la comunidad. La profusión de futbolistas que luego daría el fútbol eumés, llegando a disponer de dos equipos para diversas eventualidades, permitió entender que el Manuel Rivera sirviera de escenario al primer y único partido oficioso de la selección gallega. Un alto porcentaje de lo mejor del fútbol femenino español se reunió en el Inferniño al mando de los seleccionadores José Mañana y Rafa Ruiz Muga. Después, cuando el fútbol femenino se oficializó, el Chorima representó a la comarca en la segunda y tercera edición de la Liga Gallega. La del cuadro de Santa Icía fue una presencia efímera para un período también efímero del fútbol femenino en Galicia. Juan Daniel Araoz fue uno de los pilares importantes en la historia del fútbol ferrolterrano en aquellos tiempos. Luego, cuando la liga se había muerto y desde la vetusta sede de Menéndez Pelayo la intentaron resucitar, la FGF recurrió a él por medio de Inma Castañón, la mejor futbolista española de los ochenta.

El postureo del Racing de Silveira

Pasados los años del segundo renacimiento oficial del fútbol femenino gallego llegó el “babyboom” del futfem gallego provocado por un bipartito que no pudo disfrutarlo. En ese espectacular aumento de nacimientos de equipos femeninos también estuvo el Racing. En la temporada 2008/09 llegó a ser uno de los 43 equipos gallegos senior que compitieron en las ligas. Silveira entreabrió la puerta, pero como si le diese vergüenza, no lo integró en el club propiamente, sino en la Fundación. Por eso, tampoco permitió que las futbolistas llevasen el nombre del club al denominarlo Escuela de Fútbol Racing de Ferrol. Su vida no pasó del año. En el verano del 2009 aún recuerdo a sus jugadoras pidiendo en Radio Voz que el club reconsiderase la decisión de deshacer el equipo. No lo habían hecho mal. Se habían quedado a un puesto de meterse en una fase de ascenso que jugarían el Friol y el Dubra. Silveira no escuchó el ruego y las futbolistas fueron acogidas en O Val, donde luego harían excelentes temporadas en Primera Galicia. Lo hicieron tan bien que en una de ellas debieron a renunciar al ascenso a Nacional por una decisión tomada por directivos recién llegados al club, que se dejaron aconsejar mal por un federativo comarcal, pese a que un informe económico realizado por Bárbara Grandal, la secretaria del club, presentaba números favorables.

La tentativa prepandémica y el Narón O Freixo

Con el grupo Elite ya instalado en A Malata surgió la posibilidad de desarrollar un nuevo proyecto de la mano de Benito Rubido. El coruñés, trató de impulsar el nuevo proyecto y el Racing volvió a competir en la Segunda División Gallega- Grupo I con el propio Rubido como entrenador, pero tras una temporada y con la marcha de Rubido, lo cierto es que la cosa no cuajó. Poco antes se habían perdido pequeños talentos que se fue llevando el Coruña vía Orzán, o se habían ido a universidades de Estados Unidos. La idea se aletargó y se retomó de una manera un tanto extraña. La temporada 2021-22 el Narón O Freixo vistió la camiseta verde del Racing de Ferrol, estableciendo un vínculo con las de Rio Seco que Rubido dejó abierto y en el que Diego Garrido, nuevo responsable tras la marcha de Rubido, ejerció de nexo entre ambos clubs. Más talentos se fueron perdiendo a cuenta gotas, no ya viajando hacia el citado conjunto herculino o cruzando el Atlántico, sino hasta Cantabria, donde nuestras jugadoras mostraron su valía en Primera Nacional. De nuevo, el matrimonio entre el Racing y el fútbol femenino duró otra vez un año.

El Narón O Freixo vistió la camiseta del Racing de Ferrol en la temporada 2021-22 | Cedida

Las nuevas circunstancias

Tras la llegada del Racing al fútbol profesional, Elite y el director deportivo del club Carlos Mouriz han mantenido a Garrido a la cabeza del proyecto. En cualquier caso, hay cosas que nos hacen ser cautos antes de felicitarnos por la noticia del nacimiento del Racing femenino infantil.
No sabemos en qué consiste el proyecto, más allá del crecimiento biológico de las jugadoras. A tenor de la escasa letra escrita, deducimos que el club irá creciendo con ellas. Supuestamente, cuando acaben la edad infantil se formará el equipo cadete, y cuando dejen de ser cadetes, constituirán el equipo senior. A partir de ahí comenzarían a competir en Tercera Galicia.
Sinceramente, el proyecto así formulado, no tiene mucha credibilidad. No la tiene porque nunca un club crece en base a la edad de sus jugadoras, sino a la infraestructura que es capaz de crear y gestionar con independencia de las jugadoras. Tampoco la tiene, sobre todo teniendo en cuanta el alto grado de abandono de jugadoras a medida que crecen. Nadie puede garantizar que esas jugadoras alcanzarán la edad senior jugando al fútbol o, caso de hacerlo, si lo harán en el Racing.
Parece como si el Racing comulgase con el oportunismo del momento y con una necesidad de tener que comportarse como la mayoría de los clubs que forman parte de su actual casa, LaLiga. Siendo así, lo del Racing no es compromiso con el fútbol femenino. Un compromiso no se plasma con la tibieza de lo actual: salir con un equipo infantil, que el tiempo puede diluir fácilmente.
Por otro lado, el desarrollo del fútbol femenino precisa de un proyecto y de la capacidad de los desarrolladores. El eje sobre el que se sustenta es el citado Diego Garrido a quien ya se le han dado dos balas, una pudo ser de fogueo, pero la otra era de verdad. No ha apuntado bien pues no fue capaz de desarrollar el proyecto. No quiero negar su capacidad, pero sí sé que en Ferrolterra hay personas comprometidas con el futfem, que se han ganado un prestigio profesional, tienen un reconocimiento generalizado en el fútbol gallego y son mujeres comprometidas al máximo con el futfem. En el Racing tiene que estar lo mejor de la comarca y no veo ese nombre fundamental en el proyecto.
El proyecto no tiene capacidad de generar beneficios económicos, lo mismo que sucede con un equipo infantil o un cadete masculinos. Como ellos, debe ser sufragado con dinero de la SAD, pero debe ser deportivamente independiente y quien sea director/a deportivo/a del lado femenino del club debe tener respaldo económico en la toma de decisiones. Su relación debe ser con la cúpula y estar desmarcada de su par en el fútbol masculino.
Infraestructuralmente, en una gran parte de aspectos, el fútbol femenino puede copiar modelos de desarrollo semejantes a los del masculino. Si se adquiere un compromiso real, la entidad debería salir con un equipo senior ya. Si no es ya, tendría que ser la próxima temporada. Si no lo consigue, quien sea responsable no está capacitado, salvo que la cúpula no le proporcione recursos.
En definitiva, por la relación de desamor histórico entre el Racing y el fútbol femenino, por esos matrimonios de un año y posterior divorcio, por ese querer y no poder, no saber o no confiar, con Elite ya metida en la gestión del club cuando los dos anteriores fracasos, se hace necesaria la reserva metódica antes de alabar sin sospechas la nueva tentativa.
En todo caso, bienvenido sea el proyecto de Racing femenino, que en todo caso resulta escaso en sustancia y en compromiso.
¿Cuándo tendrá el Racing un equipo senior compitiendo en liga gallega? Ese será uno de los momentos en el que los que amamos el fútbol femenino podremos empezar a creer en el proyecto.