El Deportivo de La Coruña logró un empate sin goles en su visita al Heliodoro Rodríguez López en un partido con dos mitades bien diferenciadas. Óscar Gilsanz, entrenador del conjunto blanquiazul, analizó el encuentro y subrayó la importancia de capitalizar este punto en el siguiente compromiso liguero.
Un inicio prometedor y control del balón
El Deportivo arrancó el choque con un juego ordenado y mayor posesión, lo que le permitió imponer su ritmo durante gran parte de la primera mitad. «Empezamos bien, dominamos el balón y tuvimos control sobre el partido», explicó Gilsanz. Sin embargo, la falta de acierto en los metros finales impidió que los gallegos transformaran su dominio en goles.
Repliegue y resistencia ante el Tenerife
Tras el descanso, el equipo local subió la intensidad y obligó al Dépor a replegarse. «El Tenerife dio un paso adelante y nos obligó a defender demasiado cerca de nuestra portería», reconoció el técnico. A pesar de la presión, los blanquiazules lograron mantener su solidez defensiva y resistir las acometidas del rival.
Decisiones tácticas y ausencias clave
Gilsanz justificó sus cambios en función de las circunstancias del partido. Sustituyó a Petxarroman y Bouldini por estar amonestados y apostó por Gauto en lugar de Mella para mantener la profundidad ofensiva. Además, explicó que Mfulu tuvo que abandonar el campo por molestias musculares, mientras que Obrador no participó debido a problemas físicos.
De cara al próximo encuentro, el entrenador insistió en la importancia de que este punto cobre valor con una victoria en casa. «Nunca se da por bueno un empate, pero hay que hacerlo valer en el próximo partido», concluyó Gilsanz.