Los partidos de pretemporada no dejan de ser test para coger pilas, minutos en las piernas y diferentes conceptos que los técnicos quieren que sus equipos controlen a la perfección para que la campaña sea fructífera.
Quizás este test haya sido bueno especialmente para el Ribadeo, que se medía a una Sarriana que militará una categoría por encima.
La primera parte estuvo bastante igualada, aunque dicha tendencia se puedo romper con dos ocasiones por bando. La Sarriana estrelló el esférico dos veces en el palo, mientras que el Ribadeo reclamó un penalti y se acercó con cierta sensación de peligro en alguna acción más.
Desde el minuto 45 al minuto 60 la historia del encuentro seguía una línea continuista. Aunque entre ese cuarto de hora los de Dani Moirón se adelantaron gracias a un tanto de Ibrahim, central senegalés que se encuentra a prueba en el equipo.
Ambos técnicos, llegada la hora de choque, comenzaron a realizar un carrusel de cambios propios de estos partidos estivales. Con las nuevas incorporaciones al césped y con las ansias de revertir el resultado, la Sarriana subió líneas y encontró el premio del empate en una falta lejana en la que el portero rival dejó un rechace dentro del área que acabó con el balón dentro de las mallas. Al término del envite, empate a 1, más minutos en las piernas, conceptos más asimilados… en resumen, prepararse para la competición liguera y unos próximos meses que ya tardan en llegar.