Con la llegada de Marian Mouriño a la presidencia, parece que desde la entidad viguesa han querido transmitir una imagen de serenidad y dotar a la entidad de un futuro estable y prometedor.
Si es así, quizá la figura de la hija del anterior presidente, que continúa con la saga Mouriño al frente del club celeste, haya comenzado con buen pie en lo social con el acercamiento al Concello y la importancia que la directiva ha querido darle a su afición como razón ser celtiña, pero no tanto en lo deportivo, donde la aguas bajan revueltas por el nuevo cauce que ha marcado la llegada de Rafa Benítez.
2 de 18
Con el técnico madrileño al frente el bagaje no ha podido ser más pobre. Los suyos solo han sido capaces de ganar 2 encuentros hasta la fecha y ambos precisamente ante los dos equipos a los que precede en la tabla. Almería y Granada, son junto a los vigueses los tres conjuntos que ocupan las plazas de descenso directo. La afición celtiña ha tenido que esperar hasta la jornada 17 para ver ganar a su equipo en Balaídos, precisamente ante el Granada (1-0). El resto, 7 empates y 9 derrotas, la última en Villareal (3-2) tras comenzar perdiendo por 3-0, que dejan bien a las claras la flojedad del conjunto celeste en lo que va de liga.
Las actuaciones del cuadro celeste, no invitan al optimismo. 6 puntos de 27 en las 9 primeras jorandas y 7 de 27 en las 9 últimas, dejan a los de Benítez con tan solo 13 puntos y muy lejos de lo esperado al principio del campeonato, cuando la llegada del madrileño generó ciertas ilusiones en la parroquia celeste.
La lesión de Aidoo, que ha dicho adiós a la temporada, la nula aportación goleadora de un Iago Aspas que a pesar del empeño no está siendo el mismo de siempre, o la lesión de un Carles Pérez que tras su vuelta no ha sido ni la sombra de lo que se esperaba de él, sumado algunos errores arbitrales y unos planteamientos un tanto erráticos podríamos decir, del laureado técnico madrileño, que ha querido achacar a lo mal parado que ha salido su equipo de las actuaciones arbitrales y a la falta de puntería de sus delanteros, la falta de resultados, han hecho que el proyecto Benítez se esté resquebrajando de manera alarmante.
El luso Luis Campos y el Celta separan sus caminos antes del mercado invernal
El parón navideño ha traido consigo la salida de Luis Campos, que deja su relación cone Celta tras año y medio de más sombras que luces y las más que presible de Calero, el coordinador deportivo que llegó de la mano del luso y que abre la puerta al formato clásico de un director deportivo al uso de Miñambres o Rivalta, dos de los que suenan para el cargo, y más acorde a los pensamientos de la nueva presidenta, que no veía con buenos ojos el trabajo de Campos desde «la distancia».
El nombramiento del nuevo director deportivo será vital para poder afrontar un mercado invernal que se presenta movido en casa Celta. Benítez pide refuerzos y podría haber salidas forzadas o interesadas. La continuidad del técnico parece, al menos de momento, garantizada pero de lo que ocurra en este mercador invernal y de como afronte el equipo los primeros compromisos de 2024 en una cuesta de enero en la que el Celta jugará tres partidos como local ante Betis, Real Sociedad y Girona, y viajará para enfrentarse al Mallorca, dependerá el futuro de Benítez y de este Celta que pasa desde la temporada pasada por una de las épocas más críticas en los últimos años.