El Compostela se impuso al Boiro en la trigésima edición del Memorial Carlos Muñoz, celebrada en Barraña. El encuentro terminó 1-1 en tiempo reglamentario, pero el Compos demostró su temple en la tanda de penaltis, ganando 4-3.
El técnico del Compostela, Antón Permuy, apostó por una alineación que mezclaba juventud y experiencia, implementando un sistema con tres centrales. Sin embargo, el partido comenzó con un duro golpe para los santiagueses cuando Álvaro Casas sufrió una luxación de hombro antes del minuto cinco y tuvo que ser trasladado al hospital, siendo sustituido por David Soto.
A lo largo de la primera mitad, ambos equipos lucharon por el control del juego, pero sin lograr concretar ninguna ocasión clara. El calor y la carga de entrenamientos hicieron mella en los jugadores, y el descanso llegó con un empate sin goles.
El segundo tiempo trajo consigo una serie de cambios estratégicos. Permuy introdujo nuevos jugadores para mantener la frescura del equipo. Al minuto 59, Sylla adelantó al Boiro desde el punto de penalti. Sin embargo, la reacción del Compos fue inmediata y, cinco minutos después, Pablo Antas igualó el marcador también desde los once metros.
La paridad se mantuvo hasta el final, llevando el partido a una emocionante tanda de penaltis. El Boiro falló su primer lanzamiento y Rabanillo, el guardameta del Compostela, detuvo el segundo. Estos errores resultaron decisivos y el Compostela se llevó la victoria sin necesidad de un quinto penalti.
El Boiro a pesar de la derrota, mostró que el proyecto para la 24-25 está tomando forma y pinta agradable para los aficionados de Barraña
Por parte del Compostela Giuliano y Balsa, aunque no jugaron por precaución debido a pequeñas molestias físicas, se antojan piezas clave para el equipo en esta pretemporada.
