Probablemente, de las mejores decisiones que haya podido tomar Yelko Pino en su carrera futbolística puede ser haber fichado por el Pontevedra. Con los granates ha vivido de todo, un ascenso en su primera campaña, la decepción de un descenso, en la pasada campaña, disminuido de alguna forma por una gran campaña copera y, este año, volver a vivir las sensaciones de los triunfos para intentar el retorno a Primera Federación.
El conjunto de la orilla del Lérez no comenzó bien una temporada, pero parece que empieza a recuperarse con tiempo suficiente para lograr ese ascenso y desbancar del liderazgo a un Zamora, que en algún momento deberá bajar el ritmo y perder la pizca de suerte que se le presentó en partidos como el de la pasada semana en Ourense.
Desde su caída a puestos de descenso en la primera jornada, el cuadro dirigido por Yago Iglesias ha ido escalando en la tabla, aun con resultados irregulares, hasta la segunda posición. Sin duda, uno de los factores colectivos es que desde hace dos campañas no habían vuelto a estar en una racha de cinco partidos seguidos sin perder, o sumar dos triunfos consecutivos. La última vez fuera en las jornadas 31 y 32 de la 2021/22 ante el Langreo (3-2) y Ceares (1-3).
Otro factor es de tipo individual: Yelko ha marcado casi siempre. Lo ha hecho en cuatro de las seis jornadas disputadas y ha igualado su mejor marca de temporada, el de la pasada, con tres en liga y uno en copa, superando también los tres ligueros de la 2021/22.
Curiosamente, sus cuatro goles en una misma liga, a los que llegó con el 0-1 al Coruxo de la pasada jornada, son tantos como los que marcó a lo largo de su recorrido, desde que debutara en el fútbol senior con el Celta B el 25/08/2013, en el Nuevo Las Gaunas, frente a la U.D. Logroñés, compartiendo vestuario con jugadores que llegaron a la élite como Rubén, Kevin, los tres Borja, Domínguez, Fernández y, sobre todo, Iglesias, o el defenestrado Mina, que esa temporada regresaba a Segunda B.
